A Sister Reflects - Reflexión de una Hermana



Mary Magdalene looking up at Christ

Mary Magdalene, highlighted in the Gospel for Easter, is patroness of the Order of Preachers, the Dominicans. She was present at the death and resurrection of Christ and best models a faithful disciple’s response to Jesus: she stays, she pays attention, and she is open to transformation and to being sent forth.

After encountering the empty tomb, what did Mary Magdalene do? She stayed! She remained! She was outside the tomb weeping. That’s not a comfortable place to be. She was confused and didn’t know what was going on, but she did not walk away. She remained faithful, hoping still to offer an act of love for her beloved. Staying is not easy – being faithful to what is actually happening within and around us can be very challenging. But the only way to the other side of any suffering is through. 

To stay present to myself as I grieve losses, to stay faithful to religious life even though we don’t know what it will look like in the near future, to stay engaged in our world, even as we see time-honored institutions in crisis and collapse, to stay committed to caring for Earth even as we are aware of the magnitude of its fragility - stay, remain, abide.

Then pay attention – something is happening –unexpected voices call each of us individually and beyond. At first, we might not notice or understand the voices. For Mary Magdalene, a seemingly random gardener appears. She notices him and engages. She has turned away from the tomb and wants to serve and love. Everything changes when she hears her name spoken by her beloved! 

At some point in our staying and weeping, we stop and listen to the voice of the Risen Christ. A voice that honors our mourning and calls us when we are ready, one that engages us and helps us understand, one that sends us out to proclaim good news where we are.

Mary initially wants to encounter this Risen Christ as her teacher as he was while on earth. But he’s not the same and she needs to learn to relate to him in a new way. To pay attention, we realize that we may be called to new ways of understanding, that our image of Christ or God may change, our understanding of purpose in life might need updating, how we perceive and care for the world and Earth may need expanding. 

The Risen Christ invites us to listen with new ears and see with new eyes so we can see the signs and hear God’s call to life at this moment. Along with remaining and attending, Mary Magdalene is open to transformation. She lets her new awareness open her to a new way of being.  She moves from weeping to turning to announcing that Christ is risen – there is hope and life!  For Mary there is an inner turning, a true transformation. Resurrection is something new we never could have imagined or thought possible. It won’t look like the past or like we thought it might. There will be something remarkable and unexpected.

As disciples we are attentive to signs around us – even when we aren’t sure what they mean. We engage them to discover more. We listen for the Divine calling our name. And we let the God of surprises, of life, of new hope, of resurrection transform us to fullness of life– to be people who have the courage to proclaim Christ is risen and to witness that resurrection can be real in our world!

Sr. Lorraine Réaume
 


¡Ciertamente - Cristo ha resucitado!

María Magdalena, destacada en el Evangelio para la Pascua, es patrona de la Orden de Predicadores, los Domínicos. Estuvo presente en la muerte y resurrección de Cristo y es el mejor modelo de la respuesta de un discípulo fiel a Jesús: permanece, presta atención y está abierta a la transformación y al envio.

Después de encontrarse con la tumba vacía, ¿qué hizo María Magdalena? ¡Ella se quedó! ¡Ella permaneció! Ella estaba fuera de la tumba llorando. Ese no es un lugar cómodo.  Estaba confundida y no sabía lo que estaba pasando, pero no se alejó. Ella permaneció fiel, esperando aún ofrecer un acto de amor por su amado. Permanecer no es fácil: ser fiel a lo que realmente sucede dentro y alrededor de nosotras puede ser un gran desafío. Pero el único camino al otro lado de cualquier sufrimiento es pasar por.

Permanecer presente mientras sufro las pérdidas, permanecer fiel a la vida religiosa aunque no sepamos cómo será en el futuro cercano, permanecer comprometida con nuestro mundo, incluso cuando vemos instituciones tradicionales en crisis y colapsar, permanecer comprometidas al cuidado de la Tierra incluso cuando somos conscientes de la magnitud de su fragilidad: permanezca, manténgase, abite.

Después, preste atención - algo está sucediendo - voces inesperadas nos llaman a cada una de nosotras individualmente y a más. Al principio, es posible que no notemos o entendamos las voces. Para María Magdalena, aparece un jardinero inesperado.  Ella lo nota y le habla.  Ella se aparta de la tumba y quiere servir y amar. ¡Todo cambia cuando escucha su nombre expresado por su amado!

En algún momento en nuestra permanencia y llanto, nos detenemos y escuchamos la voz del Cristo Resucitado. Una voz que honra nuestra plegaria y nos llama cuando estemos listas, una que nos compromete y nos ayude a comprender, uan que nos envía a proclamar las buenas nuevas donde estemos.

María inicialmente quiere encontrar a este Cristo Resucitado como su maestro como lo fue en la tierra. Pero él no es el mismo y ella necesita aprender a relacionarse con él de una manera nueva. Para prestar atención, nos damos cuenta de que podemos ser llamadas a nuevas formas de comprensión, que nuestra imagen de Cristo o Dios puede cambiar, nuestra comprensión del propósito en la vida puede necesitar una actualización, la forma en que percibimos y cuidamos el mundo y la Tierra puede necesitar engrandecerse. 

El Cristo Resucitado nos invita a escuchar con nuevos oídos y que veamos con nuevos ojos para que podamos ver los signos y escuchar el llamado de Dios a la vida en este momento. Además de permanecer y asistir, María Magdalena está abierta a la transformación. Ella deja que su nueva conciencia la abra a una nueva forma de ser. Ella pasa del lloro, se voltea y anuncia que Cristo ha resucitado, ¡hay esperanza y vida! Para María hay un giro interior, una verdadera transformación. La resurrección es algo nuevo que nunca podríamos haber imaginado o creído posible. No se verá como el pasado o como pensábamos que sería. Habrá algo notable e inesperado.

Como discípulos, estamos atentas a las señales que nos rodean - incluso cuando no estamos seguras de lo que significan. Los involucramos para descubrir más. Escuchamos al Divino llamar nuestro nombre. ¡Y dejamos que el Dios de las sorpresas, de la vida, de la nueva esperanza, de la resurrección nos transforma a la plenitud de la vida, a ser personas que tengan el valor de anunciar que Cristo ha resucitado y de dar testimonio que la resurrección puede ser real en nuestro mundo!

Hermana Lorraine Réaume, OP


candle light vigil

While reflecting on the significance of these holy days, I found myself remembering an incredibly soul wrenching experience that took place many years ago. It was during a beautiful Liturgy at a parish that I was blessed to call my liturgical home. A tall, stately gentleman sitting next to me was fighting back tears until he began to weep. I was aching for him and was uncertain as to what I should do. When I turned to him with what I hope were empathetic eyes, he looked at me and said “my son just died.” With those words came another release of tears.

Without knowing anything else about this gentleman, I remember feeling that all of us around him were deeply connected to him in his pain. While terribly difficult, I recall thinking what a privilege it was for us to “be with” this man in a faith community.

Later this week, we will spend time “together” commemorating the mystery of community, of suffering, of sorrow, and of new life. Through ritual we will remember and celebrate that love triumphs over hate, that life is stronger than death, and that God’s love is without end. Alleluia! 

Peace and blessings,

Sr. Maribeth
 


Nos Recordamos

Mientras reflexionaba sobre el significado de estos días santos, me recordé de una experiencia increíblemente desgarradora que tomo lugar hace muchos años. Fue durante una hermosa liturgia en una parroquia que tuve la bendición de llamar mi hogar litúrgico. Un caballero alto sentado a mi lado estaba luchando por contener las lágrimas hasta que comenzó a llorar. Sufrí por él y no estaba segura de lo que debía hacer. Cuando di la vuelta hacia él con lo que espero fueran ojos empáticos, me miró y dijo: “mi hijo acaba de morir”. Con esas palabras vinieron más lágrimas.

Sin saber nada más de este señor, recuerdo sentir que todos los que lo rodeamos estábamos profundamente conectados con él en su dolor. Aunque terriblemente difícil, recuerdo haber pensado qué privilegio era para nosotros “estar con” este hombre en una comunidad de fe.

Más tarde en esta semana, pasaremos tiempo “juntas” conmemorando el misterio de la comunidad, del sufrimiento, del dolor y de la vida nueva. A través del ritual recordaremos y celebraremos que el amor triunfa sobre el odio, que la vida es más fuerte que la muerte y que el amor de Dios no tiene fin. ¡Aleluya!

Paz y bendiciones,

Hermana Maribeth
 


a row of yellow tulips with bright blue sky

This week we revisit a post from last year by Sister Maribeth.

It’s spring! Depending upon where you live, you may or may not believe that statement.

In much of the Midwest, our days have been fluctuating between unusually warm to windy and bitter cold. Still, we know, we TRUST that spring is around the corner and that within a few weeks we will find ourselves delighting in lovely spring flowers – crocus, daffodils, pansies, tulips, all in their very best array of colors.

Spring is a natural time for us to step back, sit down, and marvel at the gift of life around us and within us. If you find yourself in awe of the beauty of God’s creation that surrounds you, you might also consider looking at the beauty of your very person. A wonderful way in which to do this is to begin reading Psalm 139. Some writers have referred to this psalm as the Bible’s version of Francis Thompson’s The Hound of Heaven.

While translations of this psalm vary to some extent, each translation tends to capture the intimate knowledge that God has of each and every one of us! Consider the opening verses:

O God, you search me 
and you know me.
You know when I sit and when I stand;
You understand my desires from afar.

Several verses later we read:

It was you who created my inner self,
who fashioned me in my mother’s womb.
I give you thanks for this wondrous life;
all your works are wonderful!

During this week, take some time to reflect upon how God has created you, touched you, and given you the gift of life.

Sister Maribeth


Oh Dios, Tu Me Examinas y Me Conoces

Esta semana retomamos un post del año pasado de la Hermana Maribeth.

¡Es primavera! Dependiendo en dónde viva, puede ser que crea o no esa afirmación.

En gran parte del Medio Oeste, nuestros días han fluctuado entre días inusualmente cálidos o días de mucho viento y fríos. Aún así, sabemos, CONFIAMOS en que la primavera está a la vuelta de la esquina y que dentro de unas pocas semanas nos encontraremos deleitándonos con hermosas flores de primavera – azafrán, narcisos, pensamientos, tulipanes, todas en su mejor variedad de colores.

La primavera es un tiempo para que paremos, nos sentemos y nos maravillemos del regalo de la vida que nos rodea y que mora en nosotras. Si se asombra de la belleza de la creación de Dios que le rodea, también podría considerar en mirar la belleza de su propia persona. Una forma maravillosa de hacer esto es comenzar a leer el Salmo 139. Algunos escritores han describido este salmo como la versión bíblica de El Lebrel Del Cielo por Francis Thompson.

Aunque hay varias traducciones de este salmo, ¡cada traducción tiende a capturar el conocimiento íntimo que Dios tiene de cada una de nosotras! Considere los primeros versículos:

Oh Dios, me examinas 
y me conoces.
Tú sabes cuándo me siento y cuándo me levanto;
Entiendes mis deseos desde lejos.

Varios versos después leemos:

Fuiste tú quien creó mi interior,
quien me formó en el vientre de mi madre.
Te doy gracias por esta vida maravillosa;
todos tus trabajos son maravillosos!

Durante esta semana, tome tiempo para reflexionar sobre cómo Dios la ha creado, la ha tocado y le ha dado el regalo de la vida.

Hermana Maribeth


A tree and flowers at the Garden of Gethsemane

Photo by Sister Katherine Frazier, OP

For many of us, Sunday is another day to fulfill our obligations and to get more work done. The idea of resting one day a week and offering it up to God can seem foolish. But for Jesus, what mattered on the Sabbath was not whether work was done, but what was enabling people to flourish. After the Pharisees criticized the disciples for gathering heads of grain on the Sabbath, Jesus said, “The Sabbath was made for human beings, not human beings for the Sabbath. That is why the Son of Man is lord even of the Sabbath” (Mark 2:27). Jesus did not stop his disciples from gathering grain because he did not want them to go hungry. Elsewhere, Jesus heals people on the Sabbath. In the Gospel of Luke, Jesus heals a woman who is bent over so that she cannot stand erect (Luke 13:10-17) and a man with dropsy so that he is relieved of his pain (Luke 14:1-6). When Jesus heals these two people, their bodies become whole and they are, once again, able to enjoy and participate in life. Yet, Jesus is not opposed to rest, and said, “Come to me all who labor and are burdened and I will give you rest” (Matt 11:28). Rest can be an important part of keeping the Sabbath, because it allows us to stop and ask what we need in order to be whole and what will bring us joy.

Keeping the Sabbath can be an important part of discernment because it provides us with time that we need to reconnect to God and to our values. God ultimately gave us the Sabbath because it provided people a day when we can do what makes us happy. And God desires for us to be happy and joyful. How that looks might be different for different people, whether calling friends, meals with family, taking time for reflection or even going off to play Ultimate Frisbee with friends! What matters is doing something that restores your spirit and your relationships.

I invite you to ponder the following questions:
1. What are some ways that I can keep the Sabbath?
2. What activities can I do that promote joy, healing and wholeness on the Sabbath?

Blessings,
Sister Katherine


Foto de la Hermana Katherine Frazier, OP

Disfrutando el Sábado

Para muchas de nosotras, el Domingo es otro día para cumplir con nuestras obligaciones y cumplir con más quehaceres. La idea de descansar un día a la semana y ofrecérselo a Dios puede parecer una tontería. Pero para Jesús, lo que importaba en el día de reposo no era si se hacía el trabajo, sino que es lo que permitía que las personas florecieran. Después de que los fariseos criticaran a los discípulos por recoger espigas en sábado, Jesús dijo: “El sábado fue hecho para el hombre, no el hombre para el sábado. Por eso el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo” (Marcos 2:27). Jesús no impidió que sus discípulos recogieran grano porque no quería que pasaran hambre. En otro lugar, Jesús sana a la gente en sábado. En el Evangelio de Lucas, Jesús sana a una mujer que está encorvada de modo que no podia mantenerse de pie (Lucas 13,10-17) y a un hombre hidrópico para que fuera aliviado de su dolor (Lucas 14,1-6). Cuando Jesús sana a estas dos personas, sus cuerpos se vuelven completos y, una vez más, pueden disfrutar y participar en la vida. Sin embargo, Jesús no se opone al descanso y dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). El descanso puede ser una parte importante de guardar el sábado, porque nos permite detenernos y preguntar qué es lo que necesitamos para estar completas y qué nos dará alegría.

Guardar el sábado puede ser una parte importante del discernimiento porque nos da el tiempo que necesitamos para volver a conectarnos con Dios y con nuestros valores. Dios proporcionó el sábado porque esto le dió a las personas un día en el que podemos hacer lo que nos hace felices. Y Dios desea que seamos felices y gozosas. ¡Esto se verá diferente para diferentes personas, ya sea llamando a amigas, comiendo con la familia, tomándose un tiempo para reflexionar o incluso saliendo a jugar Ultimate Frisbee con amigas! Lo que importa es hacer algo que restaura su espíritu y sus relaciones.

Las invito a reflexionar sobre las siguientes preguntas:
1. ¿De qué maneras puede guardar el sábado?
2. ¿Qué actividades puedo hacer que promuevan el gozo, la sanación y la plenitud en sábado?

Bendiciones,
Hermana Katherine


This week we revisit a past reflection by Sister Lorraine.

A line from Scripture jumped out at me today: “I desire mercy, not sacrifice.” Once in a while, people come to explore a vocation with an unhealthy spirit of sacrifice. They may think, “I’ve sinned so much; I have to make it up by giving my life to God” or “I made a promise to God that if he got me out of a situation I would become a nun.” The thing is, there is no joy or freedom in this approach. God always invites, and does not demand. Of course any life commitment involves sacrifice, but it’s not supposed to be a resentful, begrudging sacrifice. It’s a willing sacrifice that is also graced by mercy, by compassion, and by love.

That’s an important piece for discernment. Are you free? Could the decision go either way and you could still trust that God is walking with you and guiding your life? If you say, “I just have to be accepted by this congregation” or “I’ll just die if he doesn’t marry me” you aren’t free. God wants our love, not our sense of obligation. In whatever you are discerning in your life, where do you find yourself most drawn to make a healthy sacrifice in a spirit of love?

Blessings,
Sister Lorraine


Esta semana retomamos una reflexión anterior de la Hermana Lorraine.

Sacrificio Saludable vs. Insaludable

Hoy me llamó la atención una línea de las Escrituras: “Misericordia quiero, no sacrificio”. De vez en cuando, la gente viene a explorar una vocación con un espíritu de sacrificio insaludable. Pueden pensar: “He pecado tanto; Tengo que compensarlo dando mi vida a Dios” o “Le hice una promesa a Dios de que si me sacaba de una situación me haría monja”. Pero en esta forma de pensar no hay alegría ni libertad. Dios siempre invita y no exige. Por supuesto, cualquier compromiso de la vida requiere sacrificio, pero no se supone que sea un sacrificio lleno de resentimiento y hecho con mala gana. Es un sacrificio voluntario que también está cubierto con la misericordia, la compasión y el amor.

Esto es un punto importante para el discernimiento. ¿Es libre? ¿Podría la decisión ir en cualquier dirección y todavía podría confiar en que Dios está caminando con usted y guiando su vida? Si dice: “Solo tengo que ser aceptada por esta congregación” o “Me moriré si él no se casa conmigo”, no es libre. Dios quiere nuestro amor, no nuestro sentido de obligación. En lo que sea que esté discerniendo en su vida, ¿Dónde se encuentra más atraída para hacer un sacrificio saludable con un espíritu de amor?

Bendiciones,
Hermana Lorraine


I am always stunned by Abraham’s response to God’s call to leave everything behind that he had built in his life on the land that he had inherited and move with his family and all his earthly belongings – somewhere! Somewhere!! As he began to respond, he had absolutely no idea where that “somewhere” was located (“land that I will show you, said the Lord”). It brought to mind all the iPhone and iPad searches where I look up directions and have a voice-activated map give me directions when I go on a journey to unfamiliar places.

Yes, Abraham and Sarah had faith in God’s invitation and God’s promise. Can we imagine that kind of faith for ourselves? In my braver, more adventurous moments, yes I can.

In discerning what God calls us to do with our precious lives, where we would be happiest and make the most difference, we are called to just such faith in God. Of course, like Abraham, we need to quiet ourselves sometimes so we can really listen. I invite you to take that kind of time now, during Lent, to ask God to give you what you need to follow God’s call. Is it courage? Insight? Information? A sense of adventure? There’s no better time than now, during these forty days of Lent. Go ahead and ask.

Many blessings on your journey,
Sister Tarianne


¡Que Clase de Fe!

Siempre me sorprende la respuesta de Abraham al llamado de Dios de dejar atrás todo lo que había construido en su vida en la tierra que había heredado y mudarse con su familia y todas sus pertenencias terrenales - ¡a algún lugar! ¡¡ A algún lugar!! Al responder, no tenía ni idea a dónde se encontraba ese "en algún lugar" ("tierra que te mostraré, dijo el Señor"). Me vino a la mente todas las búsquedas en mi iPhone y iPad donde he buscado direcciones y tengo un mapa activado por voz que me da direcciones cuando voy de viaje a lugares desconocidos.

Sí, Abraham y Sara tenían fe en la invitación de Dios y en la promesa de Dios. ¿Podemos imaginar esa clase de fe para nosotras mismas? En mis momentos cuando me siento más valiente y aventurosa, sí puedo.

Al discernir lo que Dios nos llama a hacer con nuestras preciosas vidas, donde seríamos más felices y haríamos la mayor diferencia, somos llamadas a tener tal fe en Dios. Por supuesto, como Abraham, a veces necesitamos callarnos para poder verdaderamente escuchar. Las invito a tomar ese tipo de tiempo ahora, durante la Cuaresma, para pedirle a Dios que les dé lo que necesitan para seguir el llamado de Dios. ¿Será valor? ¿Conocimiento? ¿Información? ¿Un sentido de la aventura? No hay mejor momento que ahora, durante estos cuarenta días de Cuaresma. Ande y pida.

Muchas bendiciones en su jornada,
Hermana Tarianne


Like many of you, I have felt overwhelmed with the number of emails, Zooms, and live streams that have arrived in my mailbox these past few weeks. And then, there are the phone calls… didn’t I put my number on the “do not call” list years ago?

While preparing a presentation on the Psalms for a specific group of learners, I found myself reflecting on the strengths and weaknesses of modern technology. Trust me, I am no expert in this field! Yet, like countless other people, it has been necessary for me to adapt (to some degree) to the demands that technology requires of us. Consider how utterly impossible it was for us to have imagined, even seven or eight years ago, that we could connect with people all over the globe for conversations that involve 10, 20, 30, 40 or more people! Today’s class had me marveling over the advances that have taken place in our world.

Despite all these advancements, words that stand out for me are mute and unmute. If you have been on Zooms that engage multiple participants, I suspect that you have heard your host say these words on multiple occasions. 

Hmm. When should we mute? When is it important for us stop and simply LISTEN? And when is it important for us to unmute, to let the feelings of our heart be spoken, heard?

When we pray, it is important to attend to both “muting” and “unmuting.” While we certainly need to “listen/mute” to hear God’s word to us, it is also extremely important for us to “unmute,” to speak what is deepest in our hearts to God.

Peace and blessings,
Sister Maribeth


Enmudezca/ Desenmudezca, Por Favor

Como muchas de ustedes, me he sentido abrumada con la cantidad de correos electrónicos, Zooms y transmisiones en vivo que han llegado a mi buzón en las últimas semanas. Y luego, están las llamadas telefónicas... ¿no puse mi número en la lista de "no llamar" hace años?

Mientras preparaba una presentación sobre los Salmos para un grupo específico de estudiantes, me encontré reflexionando sobre las fortalezas y debilidades de la tecnología moderna. Créame, ¡no soy una experta en esta area! Sin embargo, como muchas otras personas, ha sido necesario adaptarme (hasta cierto punto) a las demandas que la tecnología requiere de nosotras. Considere lo absolutamente imposible que era para nosotras haber imaginado, incluso hace siete u ocho años, que podíamos conectarnos con personas de todo el mundo para conversaciones que involucran a diez, veinte, treinta, cuarenta o más personas. La clase de hoy me dejó maravillada con los avances que se han llevado acabo en nuestro mundo.

A pesar de todos estos avances, las palabras que se destacan para mí son enmudezca y desenmudezca. Si ha estado en Zooms que involucran a múltiples participantes, sospecho que ha escuchado a su anfitrión decir estas palabras en múltiples ocasiones.

Mmm. ¿Cuándo debemos enmudecer? ¿Cuándo es importante para nosotras detenernos y simplemente ESCUCHAR? Y… ¿cuándo es importante para desenmudecer, dejar que los sentimientos de nuestro corazón hablen, se escuchen?

Cuando oramos, es importante prestar atención tanto a "enmudecer" como a "desenmudecer". Aunque ciertamente necesitamos "escuchar/enmudecer" para escuchar la palabra de Dios para nosotras, también es extremadamente importante para nosotras "no enmudecer", para hablarle a Dios lo que está más profundo en nuestros corazones.

Paz y bendiciones,
Hermana Maribeth


One of the things that I desired when I was discerning religious life was a sign. I wanted something obvious and tangible that I could point towards and say, yes, I am not choosing to go in this direction on a whim. That sign did not come in an announcement of angels from above or a neon flashing light. Rather, the sign that I did receive was a deepening relationship with God that allowed me to trust God enough to take the first step.

Our desire for a sign expresses our desire to have God speak to us in a way that is clear, obvious, and straightforward. In the busyness of modern life, it becomes hard to listen for the small, still voice of God that Elijah heard on Mount Horeb (1 Kings 19:12-13). How can we pay attention to God’s voice surrounded by so much noise? The world is not going to create space for us to hear God’s voice, and there will always be another podcast, another TV show or movie, another song or video game that is taking up space in our lives. In the midst of so much noise, we have to create the space to listen to God’s voice. 

I spend a lot of time sitting in silence in prayer, not because I expect to hear God’s voice, but so that I am ready to hear God speaking to me. These silent conversations with God have provided me with a foundation of trust. I know that God will be with me when I make a decision and will continue to be present afterwards. In the end, I have received many signs from God. They may not be flashy, loud, or obvious, but they have touched me profoundly because they have shown me that God desires a relationship with me, not only for a brief moment, but for my whole life. 

Blessings, 
Sister Katherine


Confianza en Dios

Una de las cosas que deseaba cuando discernía la vida religiosa era una señal. Quería algo obvio y tangible que pudiera señalar y decir, sí, no elijo ir en esta dirección por capricho. Esa señal no vino en un anuncio de ángeles desde arriba o una luz intermitente de neón. Más bien, la señal que recibí fue una relación más profunda con Dios que me permitió confiar lo suficiente en Dios para dar el primer paso.

Nuestro deseo por una señal expresa nuestro deseo de que Dios nos hable de una manera clara, obvia y directa. En el ajetreo de la vida moderna, es difícil escuchar la pequeña y apacible voz de Dios que Elías escuchó en el Monte Horeb (1 Reyes 19:12-13). ¿Cómo podemos prestar atención a la voz de Dios rodeadas de tanto ruido? El mundo no va a crear espacio para que escuchemos la voz de Dios, y siempre habrá otro podcast, otro programa de televisión o película, otra canción o videojuego que ocupará espacio en nuestras vidas. En medio de tanto ruido, tenemos que crear el espacio para escuchar la voz de Dios.

Paso mucho tiempo sentada en silencio en oración, no porque espero escuchar la voz de Dios, sino para estar lista para escuchar a Dios hablándome. Estas conversaciones silenciosas con Dios me han dado una base de confianza. Sé que Dios estará conmigo cuando tome una decisión y seguirá estando presente después. Al final, he recibido muchas señales de Dios. Puede que no sean llamativos, ruidosos u obvios, pero me han tocado profundamente porque me han mostrado que Dios desea una relación conmigo, no solo por un breve momento, sino para toda mi vida.

Bendiciones,
Hermana Katherine


A quote from Oscar Wilde typed on paper reads,

One of my favorite ways to pray is Lectio Divina, a chance to read and sit with a Scripture passage and pull out a phrase or sentence that my heart focuses on. This past Sunday I was reminded of a time when my heart focused in on a phrase in Matthew’s Gospel when I was discerning entering religious life. 

“I come to not to abolish but to fulfill.” This line from Matthew 5:17-39 brought comfort to me as I was discerning religious life. I struggled with what being a member of a religious congregation, becoming a Sister really meant. I had very little interaction with Sisters after the fourth grade and really didn’t fully engage with my Catholic faith until college. My heart was full of questions. Was God asking me to become a totally different person, to put what I thought of as gifts and talents I possessed on the shelf? What I came to realize as I spent time in prayer, spent time getting to know Sisters from different communities, and while still working and living my life, that there was a definite “fit” for me. Some communities wanted to put my gifts and talents on the shelf so I would fit their mold. Others wanted me to embrace my true self while embracing the gifts and challenges of community life, which calls for internal smoothing of one’s rough edges while serving others. 

As I prayed with this passage of Matthew, I realized God wanted me to bring and share my whole self, to use my gifts and talents, to gain some new ones along the journey, and to learn from others, not to take anything away. My life is fulfilled in a way I could not have imagined. 

Are you wondering what God is asking of you with your one glorious and gifted life? We can help you explore the answers, contact [email protected] for more information.

Blessings,
Sister Mary
 



…Vengo a Cumplir

Una de mis formas favoritas de orar es la Lectio Divina, una oportunidad de leer y sentarme con un pasaje de las Escrituras y sacar una frase u oración en la que mi corazón se concentre. El domingo pasado recordé un momento en que mi corazón se centró en una frase del evangelio de Mateo cuando estaba discerniendo entrar en la vida religiosa.

“No vengo a abolir, sino a cumplir” Esta línea del evangelio de Mateo (5:17-39) me trajo consuelo mientras discernía la vida religiosa. Luché con lo que realmente significaba ser miembra de una congregación religiosa, convertirse en Hermana. Tuve muy poca interacción con las hermanas después del cuarto grado y realmente no me comprometí completamente con mi fe Católica hasta la universidad. ¿Mi corazón estaba lleno de preguntas? ¿Me estaba pidiendo Dios que me convirtiera en una persona totalmente diferente, que pusiera en el estante lo que yo consideraba dones y talentos que poseía? De lo que me di cuenta cuando pasé tiempo en oración, pasé tiempo conociendo a hermanas de diferentes comunidades, mientras seguía trabajando y viviendo mi vida, que definitivamente había un "encaje" para mí. Algunas comunidades querían dejar mis dones y talentos en un estante para que encajara en su molde, mientras que otras querían que aceptara mi verdadero yo mientras aceptaba los dones y desafíos de la vida comunitaria que exige suavizar internamente las asperezas de uno mientras sirve a las demás.

Mientras oraba con este pasaje de Mateo, me di cuenta de que Dios quería que trajera y compartiera todo mi ser, que usara mis dones y talentos y ganara algunos nuevos a lo largo de la jornada, que aprendiera de las demás para no quitarles nada. Mi vida se cumple de una manera que no podría haber imaginado.

¿Se está preguntando qué le está pidiendo Dios con su única vida gloriosa y llena de dones? Podemos ayudarla a explorar las respuestas, comuníquese con [email protected] para obtener más información.

Bendiciones,

Hermana Mary 


a lit candle against a dark background

We were strongly reminded of light in last Sunday’s Scripture readings – “your light shall break forth like the dawn…” “Light shines through the darkness for the upright”, “I am the light of the world, says the Lord; whoever follows me will have the light of life” and “You are the light of the world... Nor do they light a lamp and then put it under a bushel basket; it is set on a lamp stand, where it gives light to all in the house.”



Every time light is mentioned it points to God who is traveling life with us and deeply desires to draw all of us closer! Following the light takes time, silence, conversations with trusted and wise others and deep listening. These actions – quiet, trusted talking and listening – help us understand where God is drawing us. Sometimes we hear only where the next step is, then when we’re ready, the next and the next.

Please be in touch if we can help you find out more about God’s ways of calling or how to listen more closely to God. The call comes in so many different and creative ways to each one of us. Here are two short videos to ponder: What commitment is God calling you to make? and Does God have a plan for us? May these respond to your questions and help you discover where the light of your life can shine!

Blessings, 
Sister Tarianne
[email protected]
 



La Luz Llama La Atención

Se nos recordó fuertemente de la luz en las lecturas de las escrituras del Domingo pasado: “tu luz brillará como el alba…” “La luz brilla en las tinieblas para los rectos”, “Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida” y “Vosotros sois la luz del mundo... Tampoco encienden una lámpara y luego la ponen debajo de un celemín; está puesto sobre un candelero, donde alumbra a todos los que están en casa.

¡Cada vez que se menciona la luz, apunta a Dios que está viajando la vida con nosotras y desea profundamente acercarse a todas! Seguir la luz requiere tiempo, silencio, conversaciones con personas sabias y de confianza y una escucha profunda. Estas acciones – el hablar y escuchar tranquilamente y con confianza - nos ayudan a entender hacia dónde nos está atrayendo Dios. A veces solo escuchamos dónde está el siguiente paso, luego, cuando estamos listas, el siguiente y el siguiente.

Póngase en contacto si podemos ayudarle a obtener más información sobre las formas en que Dios llama o cómo escuchar más de cerca a Dios. El llamado llega de muchas maneras diferentes y creativas a cada una de nosotras. Aquí hay dos videos cortos para reflexionar: ¿Qué compromiso le  está llamando Dios a hacer? y ¿Tiene Dios un plan para nosotras? ¡Que estos respondan a sus preguntas y le ayuden a descubrir dónde puede brillar la luz de su vida!.

Bendiciones, 
Hermana Tarianne
[email protected]


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Adrian Dominican Sisters
1257 East Siena Heights Drive
Adrian, Michigan 49221-1793
517-266-3537

 

Join us March 7-9, 2025, for a "Zoom and See" to discern a call to religious life with the Adrian Dominican Sisters (flyer below).

flyer


View our video series called Commitment & Joy to learn about the gifts of vowed life.